Nos debatimos constantemente por la manera en la cual
estamos formando, criando, guiando a nuestros hijos, nos cuestionamos las
maneras correctas y las que quizás no sean las mejores, el caso es que a
ciencia cierta, es imposible decretar una manera específica y universal de
llevar a los hijos hasta el nivel de consciencia para valerse por sí mismos.
"Un sueño solo
puede triunfar sobre la realidad si se le da la oportunidad". Stanislaw Lem
Lo importante y primordial es el amor hacia ellos, lo que
sembramos en su vida y lo que grabamos en su alma, un niño que haya tenido la
oportunidad de amar y sentirse amado, puede hacer una gran diferencia.
Ocurre que hoy día, el mundo parece un panorama
particular, se enfrenta una juventud que se le limita a través controles y por
otra parte se le reducen las oportunidades.
"Tu gran
oportunidad se puede encontrar justo donde estas ahora mismo". NapoleónHill
Cuando ponemos límites continuamente, únicamente estamos
enalteciendo las capacidades emocionales del niño, la curiosidad, el
resentimiento y la opresión, todo esto lo coloca frente a un posible caos, por
el contrario, cuando damos oportunidades a nuestros niños, estamos abriendo
posibilidades, le estamos dando la opción de desarrollar sus capacidades,
razonamiento, preferencias, conveniencia y además besos una manera muy sensata
de ir conociendo a los niños.
Dar oportunidades cultiva la confianza, otorga una noción
de control en los niños, de seguridad ante la realidad de que puede escoger y
es que realmente el libre albedrío es un hecho, tarde o temprano nuestros hijos
dejarán el nido y vale más que se enfrenten a un mundo de posibilidades, que a
un panorama lleno de frustraciones.
"Un problema es
una oportunidad para que hagas tu mejor esfuerzo". Duke Ellington
El ejemplo más simple y visible, está en el hecho de
negarle a un niño alguna cosa que desee, por más que se pretenda que el niño
entienda el significado de esta experiencia y no se transforme en un ser
caprichoso, existe la realidad de que el niño tomarán hará lo que desea a la
primera oportunidad, no por un tema de desobediencia, sino por una reacción
humana y natural.
Sabia resulta la elección de dejar que se vayan activando
cada una de sus capacidades ante las oportunidades, no ante el control y la
antigua costumbre de coartar constantemente.
Los niños hoy día, demandan gran parte de nuestro tiempo
y no sólo eso, requieren de nuestro entendimiento, dedicación y habilidad para
razonar.
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